Probamos la bq Aquaris M10 Ubuntu Edition

bq m10

Desde que Canonical y BQ anunciarán allá por febrero que pronto tendríamos la primera tablet estaba impaciente por echarle las «zarpas» y probar y probar el dispositivo hasta que la pantalla plagada con las marcas de mis dedos. También estaba deseando conectar esta tablet a un monitor para probar la versión «Touch» del sistema para escritorio.

Sin duda saltaban algunas preguntas. ¿Cómo lo habrá hecho Canonical? ¿Cumplirá las exigencias del usuario medio? ¿Tendrá la tablet deBQ suficiente potencia para ser el buque insignia  de la plataforma convergente que está por venir? ¿Llega Canonical a tiempo después de tantos años de prometer capitanear el futuro del escritorio?

El año pasado tuvimos la ocasión de probar los primeros teléfonos con Ubuntu y nuestra impresión fue muy buena. BQ es un conocido fabricante y tiene un catálogo de productos que se adaptan a las necesidades de cada usuario. Por eso al ver que para esta tablet usarían como base un dispositivo de gama media como la Aquaris M10 mis expectativas en general estaban más que justificadas.

Aquaris bq m10 Ubuntu

La Aquaris M10 Ubuntu Edición cuenta con las siguientes características técnicas.

  • Dimensiones físicas 246 x 171 x 8,2 mm, de 470 g
  • Pantalla AHVA 10.1 pulgadas
  • Resolución FullHD 1920 x 1200 píxeles – 240 ppi
  • Procesador MediaTek MT8163A 64 bit y cuatro núcleos Cortex A53 a 1,5 GHz
  • Procesador gráfico ARM Mali-720 a 600 Mhz
  • RAM 2 GB
  • Memoria 16 GB Ampliable con microSD de hasta 64 GB
  • Versión software Ubuntu
  • Conectividad Wi-Fi 802.11a/b/g/n, Bluetooth 4.0, GPS, microUSB, microHDMI, Jack 3,5 mm
  • Cámaras 8 y  5 megapíxeles
  • Batería LiPo de 7280 mAh no extraíble
  • Precio  219,90 euros en su tienda oficial.

Ya en mi poder la Aquaris M10 de bq no defrauda. Es uno de esos gadgets donde sientes que vale cada euro. A pesar de su diseño sencillo, sin pretensiones, sientes que es muy solida y esta pensada para durar eones en tus manos. Se trata de una tablet de gran formato a un precio de 219,90€ que no esta nada mal para su segmento. En BQ han logrado un dispositivo ligero de 470 gramos para un tamaño de 25cm x 17 cm y 8,2mm .

En cuanto al hardware, ninguna gran sorpresa. Es exactamente igual que su versión para Android. Cuenta con un procesador MediaTek 8163 acompañado de la Mali T720, 2 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento ampliables gracias a microSD y una batería de 7.800 mAh. Además también disponemos de salida micro HDMI, OTG, Bluetooth 4.0, pero no cuenta con chip NFC.

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Con este hardware podemos situar a la BQ Aquaris M10 dentro del segmento de la gama media. Una tablet potente que sin ofrecer lo último de lo último nos da más que suficiente para navegar, leer textos o ver vídeos con comodidad gracias a una pantalla de 10,1 pulgadas IPS con resolución FHD y su procesador gráfico Mali-720.

En cuanto al funcionamiento. Es genial tener una tablet que al conectar un ratón y teclado, ya sea por bluetooth o cable USB, pase automáticamente la modo escritorio. En dicho modo las aplicaciones funcionan en multitarea a diferencia del modo tablet con lo que podemos manejar varias aplicaciones al tiempo con la misma facilidad que en nuestro escritorio, aunque con algo menos de potencia.

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La tablet de BQ y el sistema operativo de Canonical hacen un buen equipo. Si bien la versión de escritorio de Unity es básica y rudimentaria cumple con su función de acercarnos al escritorio de un PC.

Y aquí acaba el sueño y comienzan las madre mías.

Canonical tiene un problema, un problema muy serio. Si bien el año pasado nos sorprendía con un producto novedoso, al que podíamos disculpar algunos errores, hoy esa novedad se ha perdido completamente y las cosas siguen exactamente igual. Tenemos la mejor tablet para defender el título pero el software todavía no está maduro, faltan aplicaciones y hay que trabajar la usabilidad.

Un usuario que migra de iOS o Android necesita encontrar un entorno más trabajado y con un catálogo de aplicaciones creciente. Canonical ha pasado de ser el alumno aventajado a ese alumno vago que va rezagado y todavía presume de presentar unos deberes llenos de garabatos. Hay que mejorar.

Personalmente es una oportunidad perdida de sorprender con las bondades de un software con potencial pero que no acaba de madurar.  Si a eso le sumamos la falta de aplicaciones, un año después del lanzamiento de la plataforma, el problema para contentar al usuario es mayúsculo. Canonical está a tiempo de mejorar en futuras actualizaciones, pero debe hacerlo pronto. BQ ha puesto lo mejor de sí en este dispositivo, Canonical debería aprender, trabajar y dejar de tanto prometer.

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